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Por xcaballe |
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Por Alex Castellá |
En este frondoso paraje, la tradición popular ha dado origen a inquietantes leyendas urbanas en torno a los restos de un prehistórico y ciclópeo dolmen que se erigía allí, cientos de años antes de que la actual Barcelona se llamara Barcino, o incluso antes, cuando la ciudad solo era una pequeña colonia conocida como Barkeno. En la alta Edad Media acudían las brujas, provistas de escobas, tras dejar atras las antiguas murallas, para celebrar de incógnito una misa diabólica, que después se llamaría misa negra o aquelarre, del que da cuenta la figura de un diablo cornudo junto a la fuente.
Fuente: Mapa de El Laberinto de Oro.
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