Entre los esbeltos edificios de Pla de Palau se alza la Casa Xifré, más conocida como "las Siete Puertas", construida por orden del francmasón Josep Xifre. Su universo iconográfico esconde un abigarrado conjunto de bajorrelieves y medallones de piedra entre los que destaca una figura en manos de Saturno: se trata del
Ouroboros, un símbolo ancestral, similar a un dragon-serpiente, que se representa enrollado sobre sí mismo hasta adoptar una forma circular y en actitud de morderse la cola. Para los alquimistas simboliza, al igual que la circunferencia, la unidad de la materia, el fluido universal y la renovación perpetua de los elementos. En contraposición a esta figura -y mediante atanores, relojes de sol, monstruos marinos y guadañas-, se halla la cara oculta y oscura del
Ouroboros, una figura de forma similar pero con un significado radicalmente opuesto. Se trata del
Catobeplas, otra serpiente que representa a un animal imaginario que se devora así mismo empezando por la cola.
Fuente: Mapa de El Laberinto de Oro
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